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La multinacional estadounidense del comercio electrónico Amazon estrenará a lo largo del próximo otoño su primer almacén en la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza) con una plantilla de 50 empleados, a la que se sumarán hasta 575 repartidores. Las instalaciones se centrarán en el reparto de última milla, como se denomina en el sector logístico al proceso final para que un pedido llegue al comprador. Su labor será complementaria a la del gran complejo previsto en la otra punta de Plaza, junto al club de golf La Peñaza, que servirá al resto de almacenes en España.

La constructora aragonesa Eigo inició las obras el pasado martes por encargo de la filial española de Panattoni, otra compañía estadounidense en la que Amazon delegó por su especialización en la promoción de superficies industriales. La inversión superará con creces los diez millones de euros, a los que se debe sumar el importe desembolsado por la adquisición del suelo, igualmente millonario.

La Gerencia de Urbanismo concedió hace un mes la preceptiva licencia de obras y la de actividad clasificada para el almacenamiento y distribución de mercancías y aparcamiento. En un tiempo récord, las máquinas han entrado a trabajar en la parcela de 47.274 metros cuadrados adquirida a finales de noviembre por Panattoni en el extremo noreste de Plaza, entre las calles de Bari, Pertusa y Bílbilis. Su ubicación es estratégica, junto al anunciado nuevo acceso por la calle de Turiaso y en la misma manzana que ocupa la nave de la empresa de suministros industriales Walter Martínez, visible desde la autovía de Madrid.

La nave logística ocupará una mínima parte de la parcela, ya que el grueso de las instalaciones se dedicará al gigantesco aparcamiento necesario para el flujo de las furgonetas de reparto. De hecho, las 490 plazas de espera previstas ocuparán casi 3 de las 5 hectáreas del futuro complejo. Además, se van a habilitar dos áreas pegadas al almacén, con otras 40 plazas cada una, donde se procederá a la asignación de los pedidos.

En otra de las fachadas, la de la calle de Bílbilis, estará el muelle de carga y descarga con 18 posiciones que serán compatibles tanto para los camiones de suministro de mercancías como para las furgonetas que se utilizarán para el reparto.

La nave será casi una excepción en Plaza, dado que tendrá dos plantas. La primera se extenderá sobre 6.618 metros cuadrados para la recepción y expedición de los paquetes para el cliente final de Amazon, y la superior, de 2.577 m2, se destinará a oficinas.

El volumen de mercancías que centralizará será cuantioso, pero la nave no requerirá de mucho espacio porque se ha diseñado con un modelo ‘cross docking’, caracterizado por la ausencia de almacenamiento: conforme llegan los paquetes se expiden para que los recepcione el cliente. Este mismo diseño, pero a una escala mucho mayor, es el que ha elegido Bon Àrea para el centro logístico que presidirá el macrocomplejo agroalimentario que construye en Épila.

Quince horas de intenso tráfico

Su funcionamiento será relativamente sencillo, al menos sobre el papel, y supondrá la atracción de un intenso tráfico para Plaza a lo largo de quince horas. Las mercancías procedentes de los distintos almacenes de Amazon llegarán en camión a las instalaciones entre la medianoche y las ocho de la mañana.

El grueso de la plantilla se encargará de clasificarla en función de su destino, aunque el proceso se pretende automatizar para lograr una mayor eficiencia. Mientras, las furgonetas de reparto, que estarán esperando con antelación, empezarán a salir de Plaza a las ocho de la mañana y continuarán hasta las tres de la tarde.

Los oficinistas no trabajarán de noche, pero alargarán su jornada hasta las 20.00 para garantizar que la cadena de suministro funcione sin interrupción. Los trabajadores contarán con otra área de aparcamiento, dotada con 159 plazas para turismos, 12 para motocicletas y 14 para bicis. El acceso se hará por la calle de Pertusa.

Semejante movimiento de vehículos de reparto complicará aún más el tráfico en la plataforma logística, que ya sufre congestiones en las horas punta en su principal acceso, el del nudo de la Feria. De ahí que cobre aún más importancia la construcción del anunciado enlace por la calle de Turiaso, junto al almacén de Amazon. Para licitar las obras, la sociedad pública Aragón Plataforma Logística cuenta con una partida de 2,1 millones este año.

El movimiento de tierras para su segundo centro llega al ecuador

Mientras la construcción del almacén de reparto de Amazon en Plaza acaba de empezar, las máquinas han redoblado esfuerzos en el gigantesco movimiento de tierras para ampliar la plataforma logística para la multinacional de comercio electrónico. La contratista aragonesa MLN trabaja ya las 24 horas con sus tres equipos de máquinas extraviales, que ha acometido desde el pasado otoño casi la mitad de este trabajo, lo que se traduce en más de 400.000 metros cúbicos excavados entre la autovía de Madrid, el club de golf La Peñaza y el actual límite suroeste de Plaza. Pese al temporal, la obra va en plazo.

El medio centenar de operarios y técnicos al frente también han iniciado a tender las canalizaciones para las aguas pluviales en esta nueva área de 33,5 hectáreas. Igualmente, están preparando las zanjas para el resto de las conducciones que cubrirán las necesidades de las dos parcelas resultantes, de 183.186 y 19.932 metros cuadrados, adquiridas por Amazon para construir uno de sus mayores almacenes en España, de 50.000 metros de superficie. Su construcción empezará en abril, lo que obligará a la contratista que elija a coordinarse con MLN, que terminará el próximo verano.

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